Alimentación y Deporte
Nadie discute que la alimentación influye directamente en la salud de las personas, tanto para garantizar una vida saludable como para optimizar el rendimiento deportivo. Por eso en HEALH PLACE hemos creado la primera clínica deportiva y nutricional con la que sabrás cuál deberá ser la aportación nutritiva idónea para la realización del entrenamiento personal que te recomendemos en función de tus objetivos deportivos y tu perfil personal.
En general, un deportista necesita más hidratos de carbono, grasas, minerales, proteínas y vitaminas que una persona sedentaria ya que consume más calorías y, por tanto, necesita comer nutrientes adecuados además de una mayor ingesta de líquidos para evitar la deshidratación. Y aunque las dos principales fuentes de energía durante un entrenamiento personal son los hidratos de carbono y las grasas, las células musculares de una persona utilizarán más un sustrato que otro en función de la duración e intensidad del entrenamiento. Además, una dieta equilibrada garantiza las vitaminas y minerales necesarios para la práctica del deporte.
En deportes de alta intensidad y larga duración como el ciclismo o el atletismo, por ejemplo, el rendimiento está condicionado sobre todo por los hidratos de carbono, por lo que se deberá seguir una dieta determinada, antes, durante, y después de un entrenamiento personal o una competición para optimizar los depósitos de glucosa.
La dieta adecuada para cada deporte también depende de las características físicas de cada persona, de su sexo y hasta de las características atmosféricas del entorno donde se realiza la actividad física. En sujetos bien entrenados, por ejemplo, los músculos emplean aproximadamente un 50% de grasa y un 50% de hidratos de carbono, mientras que en una persona sedentaria existe un predominio de utilización de Carbohidratos.
Hay otros factores dietéticos que también influyen en que una persona recupere adecuadamente sus reservas de glucógeno muscular y evitar lesiones: la hidratación, el tiempo transcurrido entre la finalización del entrenamiento físico y el consumo de carbohidratos, y el tipo y la cantidad de carbohidratos ingeridos. Es fundamental regular el consumo de líquido con glucosa o maltodestrina después de la realización de entrenamiento físico; la correcta hidratación no solo garantiza el equilibrio hídrico necesario, sino que aumenta la cantidad de hidratos de carbono disponibles para ser utilizados por el músculo. En general, se recomienda ingerir entre 400 y 600 ml de agua 2 horas antes de la realización de actividad física, y reponer los líquidos que se pierden mientras de hace deporte durante y después del entrenamiento personal o la competición.
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